Como cada primero de mayo, las localidades llaniscas de La Galguera y Soberrón homenajearon a su patrón, que puede presumir de ser el santo al que se dedica la primera fiesta del año de la parroquia de Llanes y, también, ser el día en que se estrenaban las alpargatas blancas que los padres compraban a su hijos para todo el verano.
Al mediodía, romeros, ramos, gaiteros y mozas ataviadas con el traje de aldeana, que salieron desde las antiguas escuelas, llegaron a la puerta de la Ermita donde se les unió la imagen del santo Apóstol, que comparten ambos pueblos.
Seguidamente, tuvo lugar la misa, acabando los actos matinales con un festival folclórico en el que no faltó el Pericote.
Tras una comida campestre, en la que el campo de la ermita se convirtió en una suerte de restaurante al aire libre, se celebró un concurso de tiragomas.
Terminando el día grande con una romería-verbena hasta la madrugada.
Por: Maiche Perela Beaumont
Imágenes, Valentín Orejas
